Papeles del Psicólogo es una revista científico-profesional, cuyo objetivo es publicar revisiones, meta-análisis, soluciones, descubrimientos, guías, experiencias y métodos de utilidad para abordar problemas y cuestiones que surgen en la práctica profesional de cualquier área de la Psicología. Se ofrece también como foro para contrastar opiniones y fomentar el debate sobre enfoques o cuestiones que suscitan controversia.
Papeles del Psicólogo, 1994. Vol. (60).
Mariano Yela.
Universidad Complutense de Madrid.
Este artículo nos fue entregado personalmente por D. Mariano Yela para su posible publicación en Papeles del Psicólogo por el interés que podía tener para el desarrollo de la Historia de la Psicología en España.
Su presentación tuvo lugar en el marco del Ier Congreso Iberoamericano de Psicología celebrado en Madrid en 1992 y, por lo tanto, algunos datos como los referentes a alumnos, profesores y planes de estudio se han modificado. A pesar de ello, hemos considerado de interés su publicación por ser uno de los últimos manuscritos de tan insigne psicólogo y un buen exponente de su contribución a la reflexión sobre la psicología en nuestro país.
La enseñanza de la psicología ha experimentado en España un desarrollo ingente, abarcador y acelerado en los últimos veinte años. Esta expansión reciente no nace, sin embargo, de la nada. Hunde sus raíces en una larga historia, de la que señalaré, brevemente, los antecedentes remotos, la obra de los precursores inmediatos, la de los fundadores de la psicología como ciencia y los hitos principales de la iniciación y consolidación de los estudios especiales de psicología en la universidad (1).
I - Los antecedentes
La psicología ha estado presente desde el medievo, como parte de la Teología, la Filosofía y las Humanidades, en las enseñanzas eclesiásticas, en los Estudios Generales y en las Universidades. Sus ideas capítales pueden seguirse desde la Psychomaquia de Prudencio, en el siglo IV, y las Etimologías de S. Isidoro, en el VII, a las grandes obras de síntesis de Maimónides y Averroes, en el XII, y de Ramón LLull y Pedro Hispano, en el XIII.
La apertura renacentista a la observación empírica y a la crítica independiente está representada por dos grandes figuras del siglo XVI, Luis Vives y Juan Huarte de San Juan, considerados repetidas veces como los padres de la moderna psicología general, diferencial y aplicada. En este siglo hay que subrayar la invención por Pedro Ponce de León del primer método oral de enseñanza de sordomudos, la primera aplicación de un trato comprensivo a los enfermos mentales, por S. Juan de Dios, y la teoría del cuerpo-máquina, de Gómez Pereira, que tendrá, como es sabido, prolongaciones diversas desde Descartes a nuestros dias. A la obra filosófica y teológica de la escuela de Salamanca - en cuyas concepciones antropológicas se fundamenta el derecho internacional, la consideración de la humanidad como una Communitas naturalis orbis y las ulteriores declaraciones de los derechos del hombre - se añaden los múltiples estudios de antropología cultural y social sobre los nuevos países y pueblos descubiertos (Lisón, 1971, Yela, 1994). En el siglo XVIII, hay que mencionar los ensayos de Feijóo sobre costumbres, creencias y supersticiones, las enseñanzas que difunden por España las Sociedades de Amigos del País, que acentúan la formación profesional y la atención a la mujer, y las publicaciones de Hervás y Panduro sobre psicología evolutiva, antropología física y psicolingüística.
Una interesante muestra de doscientos cincuenta textos psicológicos básicos, medievales, renacentistas y modernos, puede encontrarse en la obra dirigida por Quintana, Huertas y Blanco Exposición bibliográfica sobre la Historia de la Psicología en España (1992).
Advertiré, en fin, que una historia completa de la enseñanza de la psicología en España, como en todas las sociedades y culturas, tendría que estudiar el influjo que en la interpretación del hombre, su vida y su comportamiento ha ejercido la invención literaria - lo que Pío Baroja llamaba psicofilia -, al modo como, por ejemplo, han iniciado los ensayos acerca de La educación sentimental, desde Flaubert a Marías (1992).
II.- Los precursores
A mi entender -no sé si corto o largo-, cuando se escriba la historia crítica de la psicología en España - que, hay que añadir, ya se está escribiendo-. se descubrirán tres corrientes principales que han preparado la organización de la enseñanza universitaria de la ciencia psicológica: los médicos filósofos, el movimiento krausista y la renovación escolástica.
Los médicos filósofos
Durante el siglo XIX, con prolongaciones en el actual y en el clima intelectual del positivismo, el evolucionismo y la creciente metodología experimental, aparece una copiosa bibliografía que intenta aunar la filosofía y la política social con la psiquiatría, la psicología y la fisiología. Es obra, principalmente, de las escuelas médicas de Barcelona (Siguán, 1981) y de Madrid ( Gracia, 1971; Valenciano, 1974, 1977). Las figuras más relevantes son, en Barcelona - después del frenólogo Mariano Cubí -, Pedro Mata, Emilio Pi i Molist, Juan Giné i Partagás y José Letamendi, cuyas ideas se continuan; con una modulación empírica y experimental, en la obra de los que considero como fundadores de la psicología científica: Ramón Turró y Emilio Mira y López. En Madrid hay que mencionar, paralelamente, a Pedro Mata, José María Esquerdo y Jaime Vera, que preceden a la gran línea empírica y experimental, no sin aportaciones culturales más amplias, de Santiago Ramón y Cajal, Luis Simarro, Gonzalo Rodríguez Lafora y José Germain, el otro grupo de fundadores.
El movimiento krausista
Iniciado, por lo que concierne más directamente a la psicología, en el último cuarto del siglo pasado, este movimiento está representado, sobre todo, por Francisco Giner de los Ríos (1839-1915) y Urbano González Serrano (1848-1904), coetáneos de la primera generación de los grandes fundadores de la "nueva" psicología en Occidente, Wundt, Brentano y James.
En el marco de la Institución Libre de Enseñanza, fundada por Giner en 1876, y en diversos centros culturales y educativos de enseñanzas medias y en el Ateneo de Madrid, se organizan programas y cursos de psicología, según las directrices de la filosofía krausista, con una consideración cada vez más atenta a la llamada psicología fisiológica y experimental y con un creciente carácter positivista.
En las Lecciones sumarias de Psicología (1874; 1877) de Giner de los Ríos aparecen citados y utilizados, por primera vez en España, poco después de la publicación de la Psicología Fisiológica de Wundt (1874), datos e ideas de Weber, Fechner, Wundt, Muller o Helmholtz, si bien de forma esquemática y elemental y con el propósito principal de armonizar la nueva ciencia psicológica con la metafísica krausista, de acuerdo con los modelos de Tiberghien y Ahrens. Una información cada vez más amplia y rigurosa de la psicología científica muestran los numerosos textos de psicología general, social y fisiológica de González Serrano, los cursos a que antes hice referencia y el uso en los mismos de los libros principales de la psicología contemporánea francesa, alemana y anglosajona, que se van traduciendo al castellano. (Véase el libro colectivo publicado en Investigaciones Psicológicas, 1987).
La renovación escolástica
Otra corriente de pensamiento que ha contribuido a la introducción de la enseñanza de la psicología científica en España y a su restauración después de nuestra guerra civil (1936-1939), es la que representa la apertura de la tradición escolástica al diálogo con la filosofía y la ciencia contemporáneas. Acontece en el siglo XIX, primero con Balmes y Zeferino González, y después, por el influjo principal de la Universidad de Lovaina, con la obra y los cursos a nivel universitario del sacerdote Juan Zaragueta, el jesuita Fernando María Palmés y el dominico Manuel Barbado, los tres coetáneos de José Ortega y Gasset ( Yela, 1976, 1987; Zanón y Carpintero, 1981).
III.- Los fundadores
En el discurrir de la ciencia española, la generación de los que nacen en torno a 1856 marca un punto de inflexión decisivo. Es la "generación de los sabios", con la cual se inicia la llamada "Segunda Edad de Oro" - o de "Plata", según otros autores -, que se prolonga durante, al menos, medio siglo, hasta nuestra guerra civil. Creo, por mi parte, que, con algunos tropiezos e interrupciones, continúa hasta nuestros días, tanto en la creación artística y literaria, como en la investigación científica y su enseñanza universitaria.
A esa generación pertenecen, por ejemplo, Ramón y Cajal y Menéndez Pelayo, y, más directamente relacionados con la psicología, Turró y Simarro. Todos son coetáneos de la segunda generación de grandes fundadores de la psicología en Occidente, como Pavlov, Freud, Kulpe, Binet, Janet o Dewey, y de filósofos como Husserl y Bergson. Son así mismo contemporáneos de Thorndike, Adler y Jung y, en España, de la generación del 98 y de la de Ortega y Marañón.
Durante su vida acontece la gran polémica entre el conductismo de Watson, Hull y Tolman y la teoría de la Gestalt de Wertheimer, Koffka, Kohler y Lewin, el nacimiento de la psicología matemática de Spearman y Thurstone, la obra de los maestros independientes, como Bartlett, Piéron o Michotte, precursores de la actual psicología cognitiva, y el desarrollo de la psicología soviética, con la iniciación de la escuela de Vygotski.
Con Simarro y Turró, y sus discípulos y continuadores, comienzan a actuar, en el campo de la psicología española, hombres que no sólo saben ciencia, sino que la hacen y, con frecuencia, de forma eminente.
En este contexto, Luis Simarro (1851-1921), pensador y organizador multifacético y, entre otras cosas, por lo que aquí nos interesa, neurólogo, psiquiatra y psicólogo, es el verdadero introductor en España de la psicología experimental more wundtiano.
Desde 1877 enseña psicología en la Institución Libre de Enseñanza y desde 1899 en la Escuela de Estudios Superiores del Ateneo de Madrid. En 1902 obtiene en la Universidad de Madrid la cátedra de Psicología Experimental, la primera en el mundo, según mis noticias, con esta denominación en una Facultad de Ciencias. En ella funda el primer laboratorio de psicología en España, esbozado poco antes en el Museo Pedagógico.
En esta cátedra, auxiliado por Cipriano Rodrigo Lavín, profesa un curso de psicología fisiológica el alemán Ziehen y se despierta, según él declara, la vocación psicológica de José Germain. La escasa obra escrita de Simarro, en la que anticipa nociones capitales como la de reflejo condicionado y la de refuerzo, ha sido expuesta, entre otros, por su discípulo Juan Vicente Viqueira (1930, 1937; cf. Investigaciones Psicológicas, 1987).
De Simarro y Cajal parte una linea de trabajo, investigación y organización de instituciones neurológicas, psiquiátricas y psicológicas en la que destacan Achúcarro, Río Ortega, Castro, Rodríguez Lafora, Vicente Viqueira, Rodrigo Lavín, Sacristán, Valenciano y Germain, con otras vías independientes como las representadas por Vallejo Nájera y López Ibor.
Parejo desarrollo acontece en Barcelona. Ramón Turró (1854-1926) prosigue la idea carecterística de la escuela catalana - la unidad vital y funcional del organismo - y se esfuerza por formularla y comprobarla de forma empírica y experimental. El mismo intento se continúa en las investigaciones de Augusto Pi i Sunyer y, sobre todo, por lo que a la psicología concierne, en la obra de Mira y López.
A Turró se debe el primer laboratorio verdaderamente activo de psicofisiología, que funda en el Instituto Municipal de Higiene, de Barcelona, siendo su director en 1906. Inaugura asi mismo, en 1922, el laboratorio de psicología experimental de Barcelona. En sus publicaciones, sobre todo en Orígenes del conocimiento: El hambre (1916) y La base trófica de la inteligencia (1918), fundamenta la unidad funcional del comportamiento en las conexiones entre estímulos y respuestas, impulsadas y dirigidas por sistemas dinámicos motivacionales. Estos surgen de las necesidades primarias e, inicialmente, de las tróficas, que permiten seleccionar entre las respuestas del organismo las que las satisfacen, e incorporar sucesivamente a la conducta objetos y situaciones que se van articulando en forma de comportamiento inteligente.
Aunque la teoría de Turró no se acompañó de una continuada y rigurosa comprobación experimental, abundan en ella ideas similares a las que, por los mismos años, defendían Thorndike con su ley del efecto y Pavlov con sus reflejos condicionados y a las que más tarde expondría Hull sobre los mecanismos de reducción de necesidades e impulsos.
Son, finalmente, José Germain (1897-1986), en Madrid, y Emilio Mira y López (1896-1964), en Barcelona, los que van a organizar, extender y consolidar, por primera vez en España, la institucionalización de la psicología y, singularmente, sus aplicaciones clínicas, escolares y laborales, a ofrecer y dirigir cursos especiales para la formación de psicotécnicos y a iniciar en el seno de la sociedad española la profesión de psicólogo.
Germain, "el gran organizador", como le llamó Ortega, se incorpora muy joven, al principio de la segunda década de nuestro siglo, a las tareas psiquiátricas y psicológicas, bajo la dirección de Lafora y, desde 1925, a la investigación y aplicación de la orientación escolar y profesional y a la psicología diferencial y del trabajo. Es el gran impulsor y director del Instituto Nacional de Psicotecnia (1928), organiza cursos para capacitar al personal de las numerosas oficinas-laboratorio de psicotecnia que se crean en España y enseña psicología en la Escuela Nacional de Sanidad. Su labor de propulsor de los estudios psicológicos se acrecienta cuando, desde 1929, actúa de jefe de redacción de los Archivos de Neurobiología, Psicología, Fisiología, Histología, Neurología y Psiquiatría, la revista más importante sobre estas cuestiones y la primera que, desde 1920, dedica una sección especial a las investigaciones psicológicas.
Por su parte, Mira y López, que ocupa la primera cátedra de Psiquiatría en España (1933), dirige, desde 1919, el Laboratorio de Psicometría del Instituto de Orientación Profesional de Barcelona, el primero de esta índole en nuestro país y uno de los primeros del mundo, organiza y dirige, como Germain en Madrid, el Instituto de Psicotecnia de Barcelona y es el fundador, en 1933, de la Revista de Psicología i Pedagogía, la primera en España dedicada casi exclusivamente a la investigación psicológica y sus aplicaciones
Con Mira y Germain, y un extenso grupo de colaboradores, entre los que hay que destacar a José Mallart, alcanza la psicología española un alto relieve y amplio reconocimiento internacional, como acredita la celebración en Barcelona de dos Conferencias Internacionales de Psicotecnia, la II en 1921 y la VI en 1930, y la elección de Madrid como sede del XI Congreso Internacional de Psicología que, bajo la presidencia honoraria de Ortega y la efectiva de Mira, y contando con Germain como secretario y con Mallart como tesorero, habría de celebrarse en 1936 y que nuestra guerra civil frustró.
El influjo docente de Germain y Mira, quienes conviven con las llamadas generaciones del 98, del 14 y del 27 y, en buena parte, con la del 36, en el ambiente cultural promovido principalmente por Ortega, se amplía en España y en Iberoamérica debido a sus numerosas publicaciones, que no es ésta ocasión de comentar (Germain, 1981; Miralles, 1980, 1985; Siguán, 1980, 1981. Está en proceso de elaboración una Tesis Doctoral sobre la vida y la obra de José Germain, dirigida por Helio Carpintero, en la Universidad Complutense).
IV.- La organización universitaria de los estudios de Psicología
A pesar de la importancia decisiva de la obra de los fundadores de la psicología científica en España - de Turró a Mira y de Simarro a Germain - hay que reconocer que, con anterioridad a 1936, la ciencia psicológica se desarrolla en buena parte al margen de la universidad. Surgen y se multiplican, sin duda, como hoy continúan haciéndolo, asignaturas y cursos psicológicos en las enseñanzas medias, técnicas y universitarias, muy especialmente en los campos de la filosofía, la pedagogía, la medicina, la sanidad y la psicoterapia, la criminología, las ciencias de la información y de la empresa, el consejo familiar y la orientación, selección y formación escolar y profesional, pero, hasta 1953, no se organiza sistemáticamente un curriculum universitario especializado exclusivamente en psicología.
Intentaré en lo que sigue mostrar resumidamente la iniciación y las etapas sucesivas que ha seguido hasta hoy la enseñanza de la psicología en nuestras universidades.
Después de la guerra civil (1936-1939), y tras un periodo de difícil recuperación, Germain vuelve al Instituto Nacional de Psicotecnia, en Madrid, y funda, en 1946, la Revista de Psicología General y Aplicada, la primera revista exclusivamente dedicada en España a la psicología. Sigue viva hoy y ha sido la matriz inicial de las treinta y tantas que, más especializadas, se han ido editando en nuestro país. Germain fue el eslabón que, tras el intervalo de nuestro conflicto bélico, unió la psicología anterior a la posterior. Pero, en 1948, cuando le conocí personalmente e inicié con él una colaboración que sólo terminó con su muerte, se encontraba un tanto desamparado.
He recordado alguna vez la siguiente anécdota. Le propuse que convocase una reunión de los psicólogos españoles, para considerar nuestra situación y planear nuestro futuro. Me respondió: "siéntese usted ahí, yo me siento aquí; ya estamos reunidos los psicólogos españoles". Desde luego, exageraba: había otros tres o cuatro. Ahora hay más de cien mil. ¿Qué ha sucedido entre tanto?. Pues, en síntesis, lo siguiente.
En 1948 se fundó el Departamento de Psicología Experimental, del Consejo Superior de Investigaciones Científicas, con Germain de director y yo de secretario. Pronto se reunió en el Departamento un grupo de jóvenes investigadores: Ubeda, Siguán, Pinillos, Secadas, Pertejo, Forteza, Alvarez Villar, Pascual...El Departamento organizó cursos y conferencias, en los que participaron eminentes psicólogos extranjeros, como Piaget, Michotte o Gemelli.
En 1952 se fundó la Sociedad Española de Psicología, con Germain de presidente y yo de secretario. Desde el principio, la Sociedad ha celebrado reuniones, congresos y cursos sobre cuestiones básicas y aplicadas. De ella han surgido las iniciativas para la organización universitaria de la psicología, la constitución de un Colegio Profesional de Psicólogos y la creación de numerosas Sociedades de Psicología, especializadas en diversos campos.
En 1953, después de varios intentos fallidos, se consigue la fundación de la Escuela de Psicología y Psicotecnia, en la Universidad Central de Madrid, con Juan Zaragueta de director y conmigo, una vez más -qué le vamos a hacer-, de secretario. Nuestra propuesta había sido crear una Licenciatura de Psicología y, ulteriormente, un Instituto Universitario de Psicología Aplicada, que completase la formación práctica y profesional de los licenciados en psicología. Se aprobó lo segundo, sin atender a lo primero. Puesto que no había otro remedio, nos avinimos a ello.
La Escuela empezó a funcionar, en 1953, con un plan de estudios de dos años académicos, uno de formación básica y otro de especialización en una de tres Secciones: clínica, pedagógica o industrial. Se exigía, para matricularse, ser licenciado universitario. De cualquier Facultad o poseer un título equivalente. De 1953 a 1974, el primer año constaba de las asignaturas de Psicometría y Estadística, Psicología Experimental, Psicología Genética y Diferencial, Introducción al Psicodiagnóstico, Psicofisiología y Psicología Social. En el segundo año, además de las disciplinas comunes de Métodos de Investigación, Historia de la Psicología, Antropología Filosófica y Sociología, la Sección Clínica comprendía Psicología Clínica, Psicología Dinámica, Psicopatología, Psicodiagnóstico, Psicopatología Escolar y Prácticas; la Sección Pedagógica constaba de las asignaturas de Psicología Pedagógica, Orientación Escolar, Orientación Profesional, Psicopatología Escolar, Estudio de Casos y Prácticas, y la Sección Industrial comprendía las materias de Psicología Industrial, Selección Profesional, Organización de Empresas, Higiene y Seguridad del Trabajo, Análisis y Valoración del Trabajo, Dirección de Personal, Investigación de Mercados, Psicopatología del Trabajo y Prácticas.
Desde 1974, a partir de la existencia de licenciados en Psicología, la Escuela exigió este título para matricularse en sus cursos y redujo la docencia a un año académico en una de las tres especialidades, que se enriquecieron con nuevas asignaturas, como Psicopedagogía del Aprendizaje Escolar, Orientación Laboral y de Adultos, Orientación Vocacional de Universitarios y Psicopedagogía de Deficientes e Inadaptados.
En 1989, consolidadas las especialidades en la Facultad de Psicología, la Escuela dejó de existir.
Siguiendo el modelo de la Universidad de Madrid, se organizaron Escuelas similares y con parecido desarrollo en Barcelona y en la Universidad Pontificia de Salamanca.
En 1967 se aprueba, por fin, un programa especial de psicología dentro de la Sección de Filosofía de la Universidad de Madrid, que pronto empezará a llamarse Universidad Complutense de Madrid. Estuvo vigente durante el curso 1968-1969. Al año siguiente - curso 1969-70 - y hasta 1973-74, el programa se formaliza en forma de Sección autónoma de Psicología, de la Facultad de Filosofía y Letras. De 1975 a 1977, pasa a ser Sección de Psicología de la nueva Facultad de Filosofía y Ciencias de la Educación y a funcionar independientemente, desde 1977, en el Campus universitario de Somosaguas. En 1980 se convierte en Facultad de Psicología.
Durante estos años se organizan, de forma similar, Secciones y Facultades de Psicología en diversas universidades de España, no habiendo otra diferencia entre las Secciones y las Facultades que la formal de que las primeras dependen administrativamente de alguna Facultad no exclusivamente Psicología.
La enseñanza universitaria de la psicología se ofrece actualmente (1992) en trece Facultades de Psicología, en las Universidades Complutense de Madrid, Autónoma de Madrid, Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED), Central de Barcelona, Autónoma de Barcelona, Valencia, Santiago de Compostela, Oviedo, Salamanca, Pontificia de Salamanca, País Vasco, Murcia y La Laguna. Según la Guia de la Universidad (Consejo de Universidades, 1990), otras nueve Universidades disponen de Secciones de Psicología en Facultades de Filosofía y Letras, de Filosofía y Ciencias de la Educación, o de Filosofía, Psicología y Ciencias de la Educación. La UNED, centralizada en Madrid, coordina 55 Centros Asociados, repartidos por toda España. Finalmente, ofrecen el Primer Ciclo de Psicología cinco Colegios Universitarios, en Madrid (2), Gerona, La Coruña y Orense. La relación no es del todo completa. Siguen creándose Centros, que todavía no figuran en la estadísticas publicadas. Existen además cursos y programas de psicología en diversas Facultades y en otros Centros universitarios, como las Escuelas Universitarias de Formación del Profesorado o las Escuelas de Psicología Médica y Psiquiatría, y en numerosas instituciones extrauniversitarias.
En todas las Facultades y Secciones de Psicología el curriculum, el único que conduce a una Licenciatura de Psicología, que es, a su vez, el único título oficialmente admitido de psicólogo, comprende cinco años de estudios, divididos en dos ciclos. El primero, de tres años, consta de asignaturas básicas y comunes; el segundo, de dos años, además de incluir disciplinas comunes y optativas, ofrece programas específicos en diversas especialidades. El título de Licenciado abre la posibilidad, por una parte, del ejercicio profesional público o privado, y, por otra, de cursar el doctorado, de carácter predominantemente científico y orientado hacia la investigación, o de proseguir los estudios conducentes a títulos de Master, que acentúan la preparación técnica y práctica en diversas áreas.
El número de alumnos que han cursado los estudios de Licenciatura en psicología no es fácil de precisar, porque varía según las fuentes. De acuerdo con la información que he podido recoger en el Departamento de Análisis y Planificación de la Universidad Complutense, en la Facultad de Psicología de esta Universidad y en el Instituto Nacional de Estadística, el número de matriculados en las Facultades de Psicología de España y en la Complutense se ofrece en la Tabla 1, con los alumnos de doctorado de la Complutense a partir del curso 1987-88.
Los datos que he podido reunir sobre el profesorado de Psicología en España figuran en la tabla 2.
Se exige el doctorado para ser Catedrático o Titular en todas las Facultades y Secciones. Los profesores asociados, los interinos, los ayudantes y becarios son contratados temporalmente, según las necesidades docentes y de investigación y los méritos de los concursantes.El número de estudiantes de psicología ha crecido al mismo ritmo que el total de las estudiantes universitarios. Por ejemplo, los matriculados en psicología pasan de 29.533, en el curso 1984-85, a cerca de 50.000, en 1989-90, al tiempo que el total de estudiantes universitarios asciende de 744.115, en 1984-85, a 1.067.874, en 1989-90. Hay que añadir que, en psicología, las mujeres predominan considerablemente sobre los varones: aproximadamente un 80%, en 1990. Así mismo, en 1991, el 55% de los profesores son mujeres.
Entre otros cauces para la enseñanza de la psicología sobresalen los Cursos de Verano de diversas Universidades y los múltiples cursos y programas de especialización que ofrece el Colegio Oficial de Psicólogos. Se fundó éste el 31 de diciembre de 1979, y comprende 16 Colegios territoriales. Hoy hay unos 23.000 psicólogos inscritos en el Colegio Estatal y unos 6.000 en el de Cataluña.
En las revistas Papeles del Psicólogo y Guía del Psicólogo, editadas por el Colegio, puede encontrarse una abundante información sobre la organización de los estudios de psicología en España, así como sobre la investigación y las aplicaciones en este campo y los programas, cursos, reuniones y congresos, la distribución profesional y las tareas características de los psicólogos, las disposiciones legales, las encuestas entre profesores y alumnos y los problemas y conflictos de la profesión. Por ejemplo, en el reciente número 52, de 1992, los Papeles del Psicólogo ofrecen un extenso análisis de la situación profesional del psicólogo en España y una abundante bibliografía sobre la cuestión.
En general, la enseñanza psicológica en España se basa en la concepción de la psicología como la ciencia empírica y experimental de la conducta, con amplios fundamentos biológicos y sociales y una creciente atención a los componentes cognitivos, a la metodología matemática multivariada y al análisis funcional del comportamiento, sin excluir los aspectos históricos, filosóficos y epistemológicos, ni las diversas corrientes de la psicología, la psicoterapia y la modificación de la conducta.
Aunque cada Universidad tiene su propia historia y, dentro de un marco general común, imparte la enseñanza de la psicología con diversas peculiaridades, la organización de la Facultad de Psicología de la Universidad Complutense puede servir de muestra - no ciertamente aleatoria - de la historia reciente y de la situación actual de la enseñanza de la psicología en España. Hay que advertir, sin embargo, que, aunque a la Facultad Complutense no le faltan carencias, la mayor parte de los otros Centros dispone de menos medios.
Comenzaron los estudios especiales de psicología en la Universidad Complutense, como dije, por ser un programa especial de la Sección de Filosofía, con dos años de cursos filosóficos, históricos y filológicos, comunes a todas las Secciones de la Facultad de Filosofía y Letras, y tres años de estudios específicos de psicología. desde el año siguiente y con leves modificaciones pasó a denominarse Sección de Psicología. El plan de estudios experimentó una profunda transformación en 1975. Constaba de cinco cursos anuales especialmentte diseñados para la formación del psicólogo, agrupados en dos ciclos. El primero comprendía tres años de materias obligatorias y comunes. El segundo ciclo, de dos años, abarcaba disciplinas obligatorias y comunes y asignaturas opcionales.
En 1984 se inaugura un nuevo plan, todavía hoy vigente, con los mismos dos ciclos, pero con una nueva estructura en las asignaturas comunes y, sobre todo, con la introducción de especialidades en el segundo ciclo.
Hay que advertir que los alumnos que han terminado los estudios de las Escuelas Universitarias de Formación del Profesorado pueden pasar al segundo ciclo, con la condición de cursar y aprobar cinco asignaturas: Psicología General 2, Psicología Social, Psicología Evolutiva, Psicología Matemática 2 y Psicología Fisiológica, en el plan de 1975, y Psicología del Aprendizaje, Psicología Matemática 1, Psicología Social, Psicología Evolutiva y Psicología Fisiológica, en el plan de 1984.
Después de obtener el grado de Licenciatura, el Alumno puede seguir a continuación los estudios del doctorado. Para obtener el grado de doctor en Psicología es preciso conseguir, durante dos años, un total de 32 créditos, contando cada diez horas de clase como un crédito. El alumno tiene, además, que realizar una investigación que redactará y defenderá como Tesis doctoral. Los cursos de doctorado ofrecidos por la Facultad, en 1991-92, han sido 237, distribuidos en los Departamentos de Psicología Básica 1 (Procesos Básicos), Psicología Básica 2 (Procesos Cognitivos), Metodología de las Ciencias del Comportamiento, Psicología Diferencial y del Trabajo, Evaluación y Psicología Clínica, Psicobiología, Psicología Escolar y del Desarrollo, Psicología Social, Antropología Social, Etica y Sociología, Lógica y Teoría de la Ciencia, y Metafísica y Teoría del Conocimiento.
Recientemente se han organizado programas especiales de Master en muy diversas áreas. Suelen exigir dos años de estudios teóricos y prácticos, con predominio de éstos. La Facultad durante el curso 1991-92, ofreció 12 Masters, en los que se matricularon 492 alumnos.
La Facultad establece convenios con diversos Centros públicos y privados para realizar prácticas e investigaciones.
En estos días se prepara un nuevo plan de estudios de Licenciatura para todas las Facultades y Secciones de Psicología. Constará, en principio, de dos ciclos de, al menos, dos años cada uno, con aproximadamente un 50% de créditos asignados a disciplinas comunes a todas las Universidades, aunque cada una podrá determinar su contenido específico y su modo de enseñanza, y con otro 50%, aproximadamente, distribuido en asignaturas de libre implantación. Las asignaturas obligatorias y comunes habrán de versar sobre las siguientes áreas: Evaluación, Historia, Metodología, Procesos Básicos, Psicobiología, Psicología del Desarrollo, Personalidad, Psicología Social, Psicopatología y Tratamiento, Psicología Educativa, Psicología de los Grupos y las Organizaciones y Psicología del Pensamiento y del Lenguaje.
Para facilitar una idea más completa de la organización de nuestras enseñanzas, agregaré algunos datos adicionales.
La Biblioteca de la Facultad, contaba el 31 de diciembre de 1991 con 38.768 libros, 1.177 tests y 588 revistas, y realizó, durante el curso 1990-91, 23.733 préstamos. Ofrece, además, servicios de microfilm y fotocopia.
Dispone así mismo la Facultad de laboratorios, la mayor parte informatizados, en los distintos Departamentos, de numerosos terminales del Centro de Cálculo del Campus y de varias aulas de ordenadores personales para las clases prácticas.
El profesorado efectivo, durante el curso actual, asciende a 170 profesores y se compone de 16 catedráticos y 86 titulares de Facultad, 4 titulares de Escuela Universitaria, 8 ayudantes, 9 titulares interinos, 5 eméritos, 38 asociados, 3 profesores interinos y 1 profesor visitante. Los profesores han publicado, durante el curso 1990-91, 102 libros o capítulos, 122 artículos en revistas científicas y presentado 191 comunicaciones o ponencias en reuniones y congresos. Los títulos de estas publicaciones figuran en la Memoria de la Facultad de dicho curso.
En conclusión, la enseñanza de la psicología en España es más que abundante y está institucionalmente consolidada. Hay que lamentar, sin embargo, que las diferencias en profesorado y medios son muy considerables entre los distintos Centros, en exceso numerosos. A mi juicio, sobra dispersión y falta concentración de esfuerzos y medios, que son limitados y no están bien repartidos ni aprovechados. Lo más urgente es, creo, facilitar, proseguir y ahondar la selección rigurosa y la formación permanente del profesorado, promover el trabajo investigador de equipos estables con menor carga docente, coordinar mejor las ofertas de la enseñanza con las demandas de la sociedad e intensificar las relaciones de las Facultades con instituciones y empresas oficiales y privadas, donde los alumnos puedan realizar ordenada y sistemáticamente las prácticas adecuadas, adquirir la experiencia que sólo proporcionan los casos reales e iniciar una investigación supervisada.
Se observa, en fin, en España, más o menos como en el resto del mundo, el crecimiento y la proliferación de los psicólogos y la multiplicación de sus ocupaciones. Pudiera suceder, como alguna vez, medio en serio, se ha predicho, que, si este ritmo de expansión se mantiene, de los seis mil millones de habitantes que en el año dos mil habrá en el Planeta cuatro mil millones serán psicólogos y los dos mil millones restantes serán pacientes de ellos. Por nosotros parece que no ha de quedar, en cuanto al número de psicólogos. Espero, sin embargo, que, si sabemos prevenirlo, el número de pacientes sea menos abrumador.
(1) El estudio de la historia de la psicología en España y su organización universitaria puede iniciarse con la consulta de Carpintero (1989, 1994), Carpintero et al (1994) Fernández Seara (1983), Jiménez Burillo (1976), Pinillos (1965), Siguán (1977, 1978, 1981), Tortosa et al (1993), Yela (1987, 1994) y la Revista de Historia de la Psicología, desde l980.
Bibliografia
Carpintero, H. (1989). La psicología en España: una síntesis. En J. Mayor y J.L. Pinillos Tratado de Psicología General, vol I, dirigido por J. Arnau y H. Carpintero: Historia, teoría y método. Madrid: Alhambra. Pgs. 329-351.
Carpintero, H. (1994) Historia de la Psicología en España. Madrid. Eudema.
Carpintero, H., Fernández Ballesteros, R., y Prieto J.M. Contemporary Psychology in Spain. Annual Review of Psychology, 1994, 45,51-78.
Fernández Seara, J. L. y Cols. (1983). Status de la psicología en la Universidad española. Salamanca: Universidad de Salamanca.
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Material adicional / Suplementary material
Tabla 1. Alumnos matriculados en las Facultades de Psicología de España.
Tabla 2. Profesores de Psicología en las Facultades, Secciones y Escuelas Universitarias de España.