Papeles del Psicólogo es una revista científico-profesional, cuyo objetivo es publicar revisiones, meta-análisis, soluciones, descubrimientos, guías, experiencias y métodos de utilidad para abordar problemas y cuestiones que surgen en la práctica profesional de cualquier área de la Psicología. Se ofrece también como foro para contrastar opiniones y fomentar el debate sobre enfoques o cuestiones que suscitan controversia.
Papeles del Psicólogo, 1984. Vol. (16-17).
Daniel Iríbar
Subdirector general de Educación Especial
Hemos acudido al despacho del Subdirector General de Educación Especial, Alvaro Marchesi. Por esta Subdirección pasan algunos de los temas que más interesan a un importante sector de la profesión. Era una razón para acudir. Otra, no menor, estribaba en la personalidad del entrevistado.
En la Subdirección General de Educación Especial pretendemos crear las condiciones que hagan posible la integración de los niños deficientes, o de los niños con problemas. Pensamos que la integración es un objetivo deseable, pero que no se puede improvisar: debe realizarse de manera realista, en esa perspectiva, queremos que la filosofía de reintegración de los niños con problemas debe aplicarse creando las condiciones para que la hacen posible. No es un problema de la educación especial, sino más bien de la educación ordinaria. El objetivo fundamental es modificar la educación ordinaria, hacerla mucho más flexible, con muchos más sistemas de apoyo, de tal manera que no expulse a niños cuando esos niños no sigan el ritmo habitual relativamente acelerado de la educación ordinaria; es decir que no nos llenen las aulas de educación especial con niños que, en principio, deberían estar en educación ordinaria. En segundo lugar, parte de los niños que están en los centros de educación especial pueden ir a los centros de educación ordinaria si creamos las condiciones para que esto sea posible; eso no quiere decir que vayamos a suprimir los centros de educación especial: los centros de educación especial van a continuar durante muchos años y tal vez siempre, porque hay algunos niños, un grupo de niños, que difícilmente pueden integrarse (los deficientes profundos es muy difícil que se puedan integrar).
¿La filosofía de la integración es comparada por las autonomías, por los distintos partidos políticos que dirigen las distintas autonomías?
Creo que sí.
¿Con matices?
No conozco a fondo las posiciones de las autonomías; conozco algunas con las que he trabajado ya. Pero pienso que hay una coincidencia bastante general; lo que tal vez nosotros aportamos en este momento os una dosis de mayor realismo, de crear previamente las condiciones, de plantearnos a fondo, no tanto una filosofía como de avanzar, de modificar la situación para poder aplicar el Real Decreto que va a hacer posible legalmente la integración; esto exige un margen de seis a ocho años en los que se pueda ir modificando las condiciones actuales.
¿Cuáles son esas condiciones previas a las que te has referido desde el principio?
Un nuevo tipo de escuela; un tipo de escuela que suponga un profesorado que conozca lo que son los niños con dificultades; un sistema escolar con un menor numero de alumnos por aula; unos sistemas de apoyo a la escuela mucho más consolidado, mejor dotados; y unas interrelaciones entre los centros escolares que permita una flexibilidad, incluso en la orientación y la corrección del alumnado. A nosotros nos gustaría que pudiéramos decir que con seguridad el año ochenta y cinco hemos culminado esos objetivos; pero eso no es posible. El año ochenta y cinco lo que intentamos hacer es analizar a fondo las condiciones concretas, de cada una de las provincias y comunidades autónomas, que dependen en este momento del Ministerio, y sectorizar la población y abordar en cada uno de los sectores la posibilidad de que en el curso próximo existan al menos uno o dos centros escolares, una o dos escuelas infantiles, y una o dos centros de educación de EGB que por aceptación de la mayoría del claustro de la filosofía de la integración puedan ir modificando sus condiciones para que, no digo al año que viene todavía, pero en fin, en dos o tres anos puedan crear las condiciones previas. Así, luego, cada año puede haber uno o dos centros más en cada uno de los sectores de la población que puedan ir transformando su situación para admitir a niños con problemas y par no rechazar y no echar fuera de la escuela a niños que actualmente, tienen, dificultades.
¿Cómo vais a intervenir para adecuar a los profesores a esa nueva escuela?
Hay una cierta mayoría del profesorado que está de acuerdo con este planteamiento siempre y cuando no les suponga una sobrecarga excesiva. Entiendo que ahora mismo un gran número de maestros tienen grandes resistencias a admitir a niños con trastornos en sus aulas: porque con treinta y cinco niños, tener uno o dos con problemas seria de héroes; de lo que se trata es de reducir el número de alumnos por aula, de preparar a este profesorado para que tengan niños con dificultades, de que haya equipos de apoyo suficientes para atender al niño en aulas de transición o en servicios de apoyo complementario que permitan que la integración no se apoye en la heroicidad de un grupo de profesores. En base a la heroicidad es imposible modificar el sistema educativo.
¿Qué Comunidades Autónomas tienen ya transferidas competencias en educación especial?
Cataluña, el País Vasco, Galicia, el País Valenciano, Andalucía y Canarias. Nuestra idea es trabajar en conexión con ellas y plantearlos este tipo de iniciativa. Vamos a invitar a todas las comunidades autónomas a participar y a colaborar conjuntamente para enriquecernos mutuamente en este proceso. lo que en este momento no puedo decir es si todas van a participar en el proceso supongo que si, porque he visto una magnifica voluntad de colaboración por parte de ellas igual que nosotros tenemos un gran interés en colaborar con iniciativas de otras comunidades autónomas, que también son importantes y que vamos a recoger.
¿En Cataluña?
En Cataluña, posiblemente se dé un intento más globalizado, de que la integración no está tan pegada al terreno; pero pienso que vamos a coincidir cuando hablemos de estos temas en la necesidad de ir progresivamente transformando la escuela; tal vez se incorpore algún matiz, nosotros mismos flexibilicemos o maticemos las propuestas que estamos haciendo. En todo caso, lo que he visto por las conversaciones que he tenido, por las reuniones muy amplias con maestros que he tenido en muchas provincias, es que este tipo de planteamientos- incidir en el sector, sectorización de la población, coordinación de los centros ordinarios y de educación especial en ese sector, creación de un consejo de educación de la zona con la presencia de las asociaciones y de los municipios y progresiva transformación de los centros ordinarios, que hagan posible la integración, y que en ese sector haya equipos de apoyo- todo el mundo ve que es realista si nos lo plantearnos de aquí a... seis años. El año que viene empezaríamos a dar pasos en esa dirección; pero si avanzarnos en esa línea, yo calculo que en seis años tendremos no una reforma en profundidad de la educación ordinaria, pero sí un avance sustantivo. Estoy convencido de que si la integración sigue adelante, va a producir una transformación profunda en el sistema ordinario de educación. El problema de la integración no es un problema de educación especial; creo que es al revés: el problema de la educación especial surge porque, en gran medida, la educación ordinaria no es capaz de funcionar.
¿No hay una cierta contradicción entre la preocupación por el fracaso escolar y las medidas que los padres pretenden para que los hijos no fracasen y la integración? ¿No falta comunicación con los padres?
Creo que sí; hay bastantes problemas. Amplios sectores de la población no acaban de entender lo que es la integración; incluso, no les acaba de gustar, porque hay padres que no ven bien que sus hijos puedan estar educados con niños con problemas: que si eso les puede bajar el nivel o crear dificultades; tampoco ven bien que sus hijos a lo mejor no van a rendir lo suficiente: están muy centrados en los deberes, en el aprendizaje mecánico. Pienso que es importante progresar o ir modificando esta mentalidad; de hecho nosotros vamos a poner en marcha una campaña amplia de información de lo que supone el reconocimiento de las diferencias en los niños, de la adaptación de los niños con problemas de convivencia: qué supone la práctica de la educación de integración y cómo esto no debe suponer un deterioro en las condiciones educativas sino al revés, nos debe permitir la modificación de la escuela, hacerla mucho más flexible, mucho más atractiva, con más sistemas de apoyo, con más equipos de ayuda a los niños. Por eso vamos a empezar, no con todos los centros de forma indiscriminada: no tenemos posibilidad de hacerlo; empezaremos apoyando a algunos centros bien distribuidos geográficamente de manera que todos los niños puedan tener un centro próximo donde realmente los acojan con este tipo de educación.
Pero de todos modos, ¿no hay dos discursos desde el sistema educativo contradictorios? Uno de carácter moral, aunque no debiera ser de carácter moral, que dice "es bueno que se practique la integración escolar; desde otra parte del sistema escolar, desde la Universidad, desde las exigencias para ingresar en determinados centros de estudios, otro discurso que dice "lo esencial es la eficacia" ¿Es eficaz la escuela integrada?
Me parece muy acertado tu planteamiento; creo que subyace en él la pregunta de cuál es la filosofía de la escuela. ¿Cuál es el objetivo de la educación de los niños? Pienso, resumiendo mucho, dos objetivos principales: uno, que tal vez todavía mucha gente no comprende y que a mí me parece fundamental, es que el niño se desarrolle, este contento, se relacione, sea creativo, sea feliz; en ese proceso de integración, de satisfacción, en ese proceso se está implicado el segundo objetivo: que aprendan. Entonces, algunos padres, muchos padres quizás únicamente ven este segundo objetivo: el niño debe de aprender, el niño debe tener criterios de eficacia, el niño debe rendir, debe ser muy listo, muy competente, porque la sociedad está así montada. Considero que se debe aprender, estoy de acuerdo con la gente; los niños deben aumentar sus conocimientos, culturizar su conocimiento de la realidad en todos los niveles, pero deben hacerlo inmersos en un proceso mucho más amplio de desarrollo de la persona, del individuo y de todas sus relaciones sociales, con una visión mucho más amplia y crítica de su entorno. Desde esta concepción pienso que el que el niño aprenda también a convivir con personas distintas, con dificultades, pues tiene en sí mismo un enorme valor; pero es que además, estoy convencido de que si la integración funciona bien, la integración supone que la escuela sea mejor ,que la escuela tenga menos alumnos por aula, que el profesorado esté más preparado, que el niño digamos normal, sin problemas, tenga también todo un sistema de apoyo a su alrededor .Las escuelas de integración deberían ser escuelas mimadas por el sistema educativo .En ese sentido no es erróneo el plantear que para los padres puede ser atractivo, incluso desde una perspectiva de eficacia el que sus hijos puedan estar ahí, por todos los cuidados que una escuela debe tener. El ideal sería que todas las escuelas fueran escuelas mimadas por el sistema escolar; pero hoy por hoy, solo algunas asiladas lo pueden hacer y nuestra idea es que, progresivamente se vallan transformando todas las escuelas para que en un plazo de seis u ocho años hayamos llegado al cincuenta por ciento.
¿Hablamos de los equipos de apoyo?
Nuestra idea es volver al planteamiento inicial de los equipos de apoyo y profundizar en ese planteamiento; es decir, los equipos de apoyo tal corno yo los veo actualmente están como compartamentalizados; por un lado están los que se llaman 105 equipos multiprofesionales -psicólogos, pedagogos, médicos y asistentes sociales-, que realizan una función preventiva de asistencia, de diagnóstico y de evaluación; por otro lado están los maestros de apoyo que habitualmente no tienen apenas relación con los primeros, pero son los que trabajan directamente con los niños; y, por otro lado están los que se llaman los servicios concurrentes, que son los especialistas ya más técnicos que realizan tareas de reeducación especifica, los logopedas, psicomotricista, etc. La cuestión que ahora tenemos, y que yo creo que no es nueva, es incorporar todas estas funciones dentro del concepto de equipo de apoyo o de equipo de multiprofesional; es decir que en el equipo multiprofesional estén psicólogos, pedagogos, médicos, asistentes sociales, y también los maestros de apoyo, y también aquellos profesionales que realizan tareas de reeducación específica, como pueden ser los logopedas o los psicomotricistas. Creo que esta concepción nos permitirá ampliar la funcionalidad, la riqueza y las posibilidades de intervención de los equipos de apoyo en su conjunto. Estos equipos de apoyo, en la medida en que se incorporen los profesionales que trabajan directamente con los niños, deben estar enormemente vinculados al sector que les corresponde.
¿Sector geográfico?
Sector geográfico delimitado. Uno de los Problemas que existen actualmente, al haber pocos equipos, es que los equipos tienden a abarcar un área excesiva. No puede haber un equipo para toda la provincia de Valladolid o de Salamanca. lo que debe hacerse es sectorizar la población: ver en qué sectores debe dividirse la provincia correspondiente y que el equipo se centre en un sector. En este programa de trabajo iremos los próximos años rellenando o contratando los equipos que cubren los otros sectores. El equipo debe estar inmerso en el sector, en estrecha conexión con los centros educativos -todos- y con el centro de educación especial si existiera, o con el aula de educación especial, de tal manera que le permita un trabajo, no solo de tratamiento individual, sino de transformación y de ayuda a todas las estructuras educativas que están presentes en ese punto. Aquí hay un punto que puede ser importante para los psicólogos: faltan dentro de los equipos varias funciones, una que puede ser llamada psicoterapeuta o psicólogo que pueda realizar algún tipo de intervención o de tratamiento con los niños o con los grupos de niños; es decir, tenemos un psicólogo que está concebido en el mundo profesional más bien como evaluador, o como planificador, o como orientador del trabajo; pero lo que a veces me encuentro en la práctica es que los equipos ya existentes evalúan muy bien, proyectan muy bien el proceso educativo, tienen ideas brillantes; pero que luego les faltan profesionales que en la práctica realicen en coordinación con ellos los trabajos. Igual en el tema de los logopedas: los logopedas, los pocos que hay, hasta el momento, están en los centros de educación especial, y pienso que están bien ahí; pero que debe haber logopedas vinculados a los equipos multiprofesionales que realicen trabajos de reeducación auditiva y del lenguaje; como debe haber psicomotricistas. Y debe haber también psicoterapeutas, llamémoslos como queramos, para quitarle la connotación clínica, que realicen un trabajo de intervención concreta y de modificación de las dificultades que en los niños pueden existir. Lo que sucede es que esta figura del psicoterapeuta no está contemplada en nuestras categorías de contratación. Hay pues un primer trabajo que estarnos haciendo que es abrir una nueva categoría de contratación; una vez que la hayamos abierto, que es un trabajo lento, será más fácil irla dotando de plazas que hasta el momento no existen.
¿Lento y trabajoso? ¿En qué consiste tu trabajo en la Administración?
Tiene dos partes: una primera parte que es de apagar los fuegos, los centenares de fuegos que existen en los centros; falta profesorado, tal centro no acaba de funcionar, los padres protestan, un equipo multiprofesional no esto o no lo otro; es ir contra corriente, resolviendo a marchas forzadas los temas pendientes. Luego hay un segundo trabajo que es el de la planificación, que es lo que he contado anteriormente, al que intento dedicar parte de mi tiempo: pensar y programar los cambios necesarios en la educación ordinaria. El miedo o el riesgo que tengo es que el primer tipo de tareas me coma todo el tiempo, es decir, que no me deje espacio posible. Gran parte de mis esfuerzos se encaminan a ganar tiempo como sea para dedicar a pensar, a contactar, a programar mi actuación; esto último no va a verse de forma inmediata; por eso tal vez tiene más dificultad de realizarse, porque sus resultados empezarán a verse posiblemente dentro de cuatro años.
¿Esa labor de apagar fuegos no debiera garantizarla un esquema organizativo permanente y no un cargo político?
Este cargo, una Subdirección General, es un cargo principalmente de gestión. La gestión lleva muchísimo tiempo. Como mi experiencia administrativa es nula, no sé si esto es como debe de ser o es así porque está mal montado, porque el hecho es que gran parte del día lo dedico a resolver problemas; pero es que si no, no se resuelven.
Con los equipos de apoyo a la escuela ¿faltan medios humanos o hay suficientes pero están dispersos, descontrolados en las múltiples redes de apoyo?
En parte hay una escasa coordinación entre los sistemas de apoyo de la escuela. Pero hay también ejemplos brillantes de muy buena colaboración. Es decir, que creo que hay de todo; lo que pasa es que los ejemplos brillantes de buena colaboración están basados en la buena voluntad y en el esfuerzo personal y no en unas normas admitidas de contacto entre los organismos. Este año se van a dar pasos importantes en este tema. Luego creo que pese a todo no hay medios humanos suficientes; incluso aunque hubiera diez veces más de lo que hay, solo nos empezaríamos a aproximar a unos índices de apoyo aceptables. Fíjate que en provincias grandes puede haber uno o dos equipos multiprofesionales y un servicio, de los soes, y algún servicio psicopedagógico en algún ayuntamiento. Realmente eso, con la cantidad de problemas que puede haber, pues el problema no es solamente la educación especial, es netamente insuficiente. Eso sin hablar de todo un proceso de estudio y análisis de la transformación de todo el entorno y de conexión de la escuela con el entorno social, en donde los servicios de apoyo creo que puede jugar un papel muy importante sino tuvieran una cantidad impresionante de niños a atender.
Aparte de lo hablado sobre los psicoterapeutas, ¿es de prever más empleo de psicólogos?
Vamos a establecer conexión con algunas universidades para hacer posible que los alumnos de quinto curso de Psicología y Pedagogía que están interesados en el tema de educación especial puedan realizar durante, al menos, un cuatrimestre, prácticas en los centros de educación especial y en los equipos multiprofesionales. El Director General está de acuerdo, y va a escribir a los Decanos de las Facultades para llegar a un acuerdo con ellos; no sé si podrá ser a partir de este curso 84-85. Interesa que sea algo firmado y acordado mutuamente.
¿Contáis con la enseñanza privada?
Vamos a contar con la enseñanza privada; en este proceso de sectorización, y de estudio de la zona, si hay algún centro privado que le interesa participar en esta dinámica pensamos contar con ellos.
¿No habéis tenido contactos todavía?
No, todavía no. Ahora estarnos apoyando y subvencionando algunas experiencias privadas en integración.
¿Cooperativas de profesores?
Hay un poco de todo. Si en el futuro hay un interés en colaborar en esta dinámica, lo apoyaremos. En escuelas infantiles, hay una colaboración con la integración. El problema que nos planteamos es cómo resolver los problemas económicos que la integración de las escuelas infantiles, que no son gratuitas, pueden tener. Si se integran niños con deficiencias, no se puede mantener el mismo número de alumnos y entonces la situación económica de las escuelas infantiles como no son estatales, pues sufren un mayor déficit. Señalarla en este sentido el esfuerzo que en este momento está haciendo la Comunidad Autónoma de Madrid en relación con la integración de los niños en escuelas infantiles y más en concreto la integración de niños sordos profundos.
Daniel Iríbar