Papeles del Psicólogo es una revista científico-profesional, cuyo objetivo es publicar revisiones, meta-análisis, soluciones, descubrimientos, guías, experiencias y métodos de utilidad para abordar problemas y cuestiones que surgen en la práctica profesional de cualquier área de la Psicología. Se ofrece también como foro para contrastar opiniones y fomentar el debate sobre enfoques o cuestiones que suscitan controversia.
Papeles del Psicólogo, 1984. Vol. (13).
La Junta de Gobierno
El título del drama americano de E. Albee nos da pie para parafrasear la canción popular "¿quién teme al lobo feroz?", y preguntarnos qué está pasando con nuestro Estatuto y por qué no ha sido publicado ya en el "B.O.E." habiendo pasado dos años largos desde que fue presentado al Ministerio de Educación y Ciencia por nuestra Junta de Gobierno Estatal.
Ya es chocante que desde noviembre de 1982 no se haya sabido nada del Estatuto, que como se recordará fue elaborado democráticamente, con votación directa, de propuestas de contenido y organización de la profesión y del Colegio.
Pero más chocante aún es el hecho de que el último período de tiempo se corresponde con la permanencia del PSOE en el Gobierno, a raíz de las últimas Elecciones Generales, partido cuyo apoyo (junto con el PCE y la UCD de entonces) sirvió para la elaboración, discusión, aprobación y promulgación del Estatuto provisional que se promulgó en el "B.O.E." el 14 de abril de 1980, normas que están rigiendo nuestra vida colegial y profesional.
Es presumible pensar que el Gobierno tiene su proyecto de regulación de los Colegios profesionales con criterios de democratización de los mismos, con el objetivo de descorporativizar (SIC) la sociedad española y así modernizar sus estructuras y controlar la acción de determinados colectivos profesionales hegemónicos y fácticos.
Esto (que ya analizamos en otro Editorial a propósito del globo-sonda relacionado con la presunta Ley de Colegios Profesionales de la primavera pasada) nos parece muy loable y acertado. Pero lo que no puede ocurrir es que en aras de una supuesta futura ley no se regulen colectivos que en la actualidad están necesitando dicha regulación para su desarrollo y normalización, sobre todo cuando el proyecto de Estatuto del C.O.P. está ajustado a los principios de democratización que se suponen en la futura Ley; Colegios profesionales que no se caracterizan, precisamente, por su talante democrático, campean entretanto por sus fueros haciendo chantajes al Gobierno cuando se les toca sus privilegios corporativos.
Esto por un lado.
Pero mucho nos tememos que, con argumentos que no se sostienen al mismo razonamiento, determinadas profesiones que controlan Ministerios tan importantes como Sanidad y Educación estén dificultando la normalización de la actividad profesional de los psicólogos, echándose uno al otro la pelota. Para ser justos diremos que se trataría de sectores concretos de esas profesiones y que no necesariamente, como teníamos costumbre de atribuir en otro tiempo, se identifican con sectores de la derecha política. Este "peloteo" se ha podido constatar recientemente en las entrevistas mantenidas con altos cargos de los citados Ministerios.
No hay razonamientos que justifiquen dicho retraso o la falta de respuesta adecuada.
No hay razonamientos para que se hay congelado su regulación a raíz de haber sido discutido ya en la Comisión de Subsecretrios previo al Consejo de Ministros hace algunos meses.
No hay excusas, no hay respuestas, no hay escritos, no hay nada de nada. Sólo silencio administrativo. Un silencio inquietante, elocuente, amenazador..., como si se tratara de la puesta en escena de una obra de Chejov.
¿Quién teme a los psicólogos?.