Papeles del Psicólogo es una revista científico-profesional, cuyo objetivo es publicar revisiones, meta-análisis, soluciones, descubrimientos, guías, experiencias y métodos de utilidad para abordar problemas y cuestiones que surgen en la práctica profesional de cualquier área de la Psicología. Se ofrece también como foro para contrastar opiniones y fomentar el debate sobre enfoques o cuestiones que suscitan controversia.
Papeles del Psicólogo, 1983. Vol. (12).
Consuelo Escudero
Miembro de la Junta Rectora de la Delegación de Madrid del Colegio Oficial de Psicólogos.
En términos generales, la iniciativa de crear los Servicios Psicológicos Municipales, ha partido del concejal de Educación o Cultura de cada municipio concreto, ante la problemática del fracaso escolar. Desde el año 1980, fecha de apertura del primer servicio, se han ido incrementando paulatinamente hasta la actualidad. Los problemas de todo tipo que han ido atravesando (teóricos, técnicos y políticos) han sido múltiples como todos sabemos. El objetivo de este trabajo es reflejar mínimamente este recorrido.
Actualmente hay 14 servicios en funcionamiento, diferenciando los de Madrid capital, que dependen de las respectivas Juntas de Distrito; y el resto en la periferia, que dependen del Ayuntamiento directamente, o bien de Fundaciones y Patronatos. Esta diferencia marca también distintas problemáticas en torno al funcionamiento, presupuestos, institucionalización, etc. Las Juntas de Distrito no disponen de presupuestos propios para los S.P.M. Por lo tanto, las posibilidades a la hora de elaborar programas de intervención se ven muy recortadas por problemas económicos que no se pueden prever fácilmente desde un principio; ya que no se sabe exactamente de qué partidas se podrá disponer o no a lo largo del año.
La precariedad económica limita también las posibilidades de contratos para los profesionales que todavía hoy siguen con arrendamiento de servicios, o contratos administrativos por seis meses o un año. Estas condiciones configuran una inestabilidad que entorpece su institucionalización definitiva, repercutiendo indudablemente a la hora de elaborar programas de trabajo que dentro del campo comunitario en educación, implican un tiempo de puesta en marcha y desarrollo, para poder evaluar resultados mínimos. Ya que la elaboración de los programas supone una articulación del tiempo a corto, medio y largo plazo.
Los Servicios de la periferia al tener una dependencia más directa, disponen de presupuestos fijos, que aunque bien pueden ser limitados, permiten estructurar un trabajo de mayor amplitud y seguridad; siendo su situación más clara, aunque solamente tres disponen de contratos laborales indefinidos. Tienen abierta una vía administrativa con sus respectivos Ayuntamientos, facilitando así la comunicación e información directa y la puesta en marcha de los programas.
La mayoría de los servicios, aun con las diferencias propias de cada distrito o municipio, surgieron como decía al principio, por la preocupación de cada Concejalía, ante el elevado índice de fracaso escolar. Es decir, ante la aparición y aumento constante y progresivo, de un síntoma que denunciaba fallos importantes en la Institución Escolar.
Si desde este momento presente analizamos la trayectoria de los centros, única manera de entender coherentemente un proceso, veremos que en un principio, los programas y objetivos se centraron prioritariamente alrededor de este síntoma. No se tenía en esos momentos una visión de conjunto ya que, al crearse cada servicio en fechas distintas, dependiendo de las necesidades y posibilidades de cada zona, no existía un proyecto común que unificara criterios y por lo tanto actuaban aisladamente. Además se inauguraba un campo nuevo de trabajo (el comunitario) desde una historia profesional y académica que partía de la tradicional psicología escolar. A esto se añadía la ausencia por parte de los Ayuntamientos de un proyecto político claro en torno a los centros.
Estas características hacían que se partiera de una experiencia escasa ante problemas teórico-técnicos y políticos nuevos. Sin embargo, como contrapartida la apertura de los servicios constituía la primera iniciativa en el campo comunitario, configurándose como experiencia piloto.
Por lo tanto toda esta serie de circunstancia llevaron a trabajar en esta etapa inicial, el síntoma del fracaso escolar, desde la perspectiva individual del alumno, dando más peso en los programas al área asistencias, diagnósticos, orientaciones, rehabilitaciones, etcétera. Sin embargo, a nivel teórico se entendía que el síntoma no se podía centrar exclusivamente en el niño, por lo que se iniciaron también una serie de actividades no asistenciales don padres y maestros.
En este primer período se realizaron las Primeras Jornadas sobre Psicología y Municipios, celebradas en la Delegación de Madrid del C.O.P., el 11 y 12 de junio de 1981.
Las jornadas reunieron a todos los profesionales de los Servicios Municipales, tanto de los S.P.M., como de los Centros Municipales de Salud y C.P.S.
Era urgente iniciar una toma de contacto para intercambiar experiencias y acabar con el desconcierto, desconocimiento y falta de definición del trabajo a desarrollar.
En las jornadas se constató la desconexión y falta de homogeneidad en la organización de los servicios, y la falta de un proyecto coherente para su organización y funcionamiento, tanto por parte de los Ayuntamientos como de los profesionales.
Es interesante señalar algunas de las conclusiones a las que se llegaron en esta primera reflexión conjunta; ya que aún hoy siguen estando en plena vigencia.
Se constató la práctica inexistencia por parte de los Ministerios de Educación y Ciencia, Sanidad y Seguridad Social, de servicios asistenciales que cubrieran las necesidades de la población en el terreno psicopedagógico y de salud mental.
Así mismo se vio la necesidad de que los recursos y competencias en materia educativa y sanitaria pasaran a la Administración Local en un proceso descentralizador, ya que la falta de competencias de las Corporaciones locales en materia de educación dejaba en manos de la Administración Central, a través de los inspectores de zona, la decisión para poder o no intervenir en los colegios; y la puesta en marcha real de los programas de trabajo.
Se configuró como objetivo fundamental de los Servicios Municipales, la prevención y promoción de salud. Como vías para mejorar la calidad de vida; lo que en el campo de la educación implicaba trabajar las funciones y cometidos de la Institución Escolar dentro de la comunidad.
Dentro de este planteamiento era imprescindible que los Servicios Municipales trabajaran coordinadamente entre ellos y en contacto con otras instituciones sanitarias, educativas y sociales, potenciando y aprovechando los recursos existentes en la comunidad. Sin crear duplicidades ni solapamientos de actividades.
Si estudiamos con detenimiento estas conclusiones, veremos que dentro del proceso histórico de los servicios, suponían que la mayoría de los profesionales se planteaban ya el salto teórico-técnico que era preciso articular, para comenzar a delimitar el campo de trabajo en torno a lo comunitario.
Este cambio de perspectiva, el propio trabajo y los problemas cotidianos surgidos de él, abrían entre otras la problemática de la prevención frente a la asistencia. No sólo había que definir conceptualmente los dos términos, sino además articularlos en los programas de intervención. Esta polémica cambiaba radicalmente el sentido y objetivos de la asistencia, ya que descentraba el trabajo del síntoma individualizado alrededor del niño y lo situaba como un emergente institucional, que desvelaba el funcionamiento de la estructura escolar, donde actuaban diferentes grupos (padres, profesores y alumnos), con roles, tareas y objetivos distintos.
Surgía además el interrogante, de los canales de comunicación a doble vía, entre escuela y comunidad; creándose interferencias dado los diversos roles que cumplían los sujetos implicados en una y otra.
Por otro lado, la prevención no suponía sólo establecer una metodología de funcionamiento, antes de que el síntoma o las dificultades concretas surgieran, o para prevenirlas; sino además, y lo que es más importante, promover en los sujetos, grupos e instituciones de la comunidad un espacio de reflexión que los llevará a adquirir mayores datos e información sobre su propio funcionamiento.
Este profundo cambio de perspectiva en el trabajo, llevaba al replanteamiento de los equipos.
Desde su apertura, la mayoría de los centros tenían un equipo mínimo, compuesto por psicólogos o psicopedagogos. La orientación comunitaria precisaba una nueva estructura de equipos interdisciplinarios (pedagogos, psicólogos, asistentes sociales...) para poder organizar el trabajo desde las distintas perspectivas que juegan en un contexto social concreto y que englobarán con mayor precisión, lo que significaba la institución escolar dentro de la comunidad.
Estas jornadas abrieron una nueva etapa de discusión y sirvieron para institucionalizar los contactos entre 105 centros; además de empezar a delimitar las competencias necesarias a nivel de la Administración Local frente a la Central. A partir de ellas se organizó, en el C.O.P., la Comisión de Psicología y Municipios, que aglutinaba a todos los servicios municipales, como espacio que serviría para clarificar todos los temas debatidos y discutir otros nuevos.
A partir de este momento los contactos y reuniones se multiplicaron. En noviembre de 1982 se celebraron, de nuevo en la Delegación de Madrid del C.O.P., organizadas y convocadas por la Comisión de Psicología y Municipios; unas reuniones de trabajo internas sobre salud y educación en el ámbito comunitario. El objetivo era profundizar en los interrogantes abiertos y poner en común experiencias concretas de trabajo que sirvieran, no sólo como intercambio de información, sino, lo más importante, como material de reflexión para clarificar el rol profesional del psicólogo y de los equipos en el ámbito comunitario. La priorización y recorte de objetivos y la metodología de trabajo más apropiada.
En este sentido, dentro de los programas, se priorizaba la línea preventiva de actuación y se veía la necesidad de diferenciar objetivos dentro y fuera de la institución escolar.
Dentro de la estructura escolar y como objetivo a largo plazo, se configuraba la renovación pedagógica a través del cumplimiento de otros objetivos a corto y medio plazo. Corno eran el cambio de relaciones maestro-alumno-padres. Se priorizaban además las áreas de preescolar y ciclo inicial Fuera de la institución era preciso trabajar las relaciones escuela-comunidad.
Por lo tanto, la participación de la Institución Escolar en la práctica del trabajo comunitario y el lugar de los profesionales, tendría que ser. definido por el campo de intervención concreto, delimitando el rol social y su limitación con lo político.
Como técnica de trabajo más útil, se consideraba la metodología grupas por ser la más abarcativa en cuanto a lugar de confluencia de aspectos psicológicos, pedagógicos y sociales en un mismo contexto.
Por último se señalaba la confusa situación en la que se encontraban los servicios municipales, ya que la futura autonomía de Madrid iba a modificar la situación política entre la Administración Local y la Central.
Mientras tanto y ya a partir de septiembre de 1982, la Administración Central había puesto en marcha desde el Instituto Nacional de Educación Especial, los equipos multiprofesionales, que tenían un campo de trabajo y unas competencias similares a las de los S.P.M. Empezaron a trabajar además, en las localidades donde ya existían S.P.M. Este hecho, complicó la ya difícil y confusa situación, ya que actuaban dos servicios con programas y funciones prácticamente iguales, pero dependiendo de niveles administrativos diferentes. Lo cual llevaba a que se solaparan actividades, ya que en un principio actuaban por separado. Esto suponía una gran confusión para la población y un desperdicio de recursos comunitarios. No se sabía por otro lado si esta situación sería transitoria o permanente, ya que la futura Comunidad Autónoma de Madrid tendría que asumir competencias a nivel educativo, pero todavía no se tenía perfilado un proyecto en torno a los servicios.
Ante la incertidumbre creada, la todavía Diputación Provincial de Madrid organizó entre los meses de enero-abril pasados, unas reuniones de trabajo con todos los profesionales de los S.P.M. El objetivo era intentar clarificar el futuro proyecto de trabajo con vistas a la autonomía, competencias y posible institucionalización de los servicios. Estas reuniones concluyeron en unas jornadas de trabajo en las que participaron, vista la urgente necesidad de coordinación, los equipos multiprofesionales del I.N.E.E. y los S.O.E.V., del Ministerio de Educación.
Este primer encuentro de los Servicios de Apoyo a la Escuela, patrocinado por la Nueva Conserjería de Educación y Juventud de la Comunidad Autónoma de Madrid, celebrado en junio de 1983; supuso una importante clarificación en el complicado proceso de los Servicios.
Por primera vez, profesionales de los tres servicios, S.P.M., Multiprofesionales y S.O.E.V., se reunieron y pusieron en común el trabajo que realizaban, dificultades y proyectos, y llegaron a conclusiones que abrían la posibilidad de coordinar y unificar en un proyecto común futuro el trabajo.
Las conclusiones finales, además de recoger toda la problemática en torno a la educación han servido como punto de referencia común para todo el trabajo que se ha ido realizando hasta ahora.
Se veía la importancia y necesidad de avanzar hacia un proyecto de integración común de "Servicio de Apoyo a la Escuela" que clarificara la confusión existente y donde ya no hubiera un equipo para cada ámbito de actuación, con su propio proyecto, sino uno global y único. Los equipos deberían estructurarse en torno a los Ayuntamientos o Distritos Municipales, para que la intervención se realizara a partir de problemas reales.
Asimismo, estos Servicios se conciben como servicios socio-comunitarios, destinados a la estructura educativa, concretada en los distintos centros escolares, y a su relación con la comunidad.
Este enfoque teórico-técnica lleva como consecuencia primar definitivamente la prevención frente a la asistencia. Es decir, trabajar sobre la institución escolar como promotora del desarrollo. Utilizando para ello una metodología grupal, orientada en torno a la familia y a la relación padres-escuela, a los maestros y a la comunidad; como todos aquellos implicados en el proceso educativo. Se ampliaba así, el concepto de educación reconociendo un lugar importante, al lado de la escuela, a la vida cultural de los barrios, asociaciones y grupos informales de la zona.
Se veía finalmente la importancia de asesorar teóricamente a Municipios, Ayuntamientos, Comunidad Autónoma, etc., en la elaboración de la política educativa y la coordinación con los distintos servicios y profesionales que actuaban en la comunidad. Con estos dos últimos puntos se avanzaba un paso más en el proceso de definición de los equipos y sus relaciones tanto con la comunidad corno con la Administración.
Para que este proyecto de trabajo se pudiera hacer realidad, se perfiló un programa de coordinación, hasta la integración definitiva, articulado a través de comisiones a distintos niveles administrativos (local, autonómico y central). Las conclusiones y resultados de estas jornadas cierran un largo proceso de cuestionamiento y discusión, a nivel teórico, técnico y político; y abren una nueva etapa que supone un mejor aprovechamiento de los recursos existentes hoy día en la comunidad y una mejor distribución de los equipos en función de necesidades y prioridades de la población.
Asimismo, suponen un paso adelante en la delimitación del campo comunitario en torno a la Institución escolar, y ponen en primer plano la urgente institucionalización de los Servicios con una legislación única que los regule.
El proceso no se ha detenido aquí, ya que en este nuevo período, en la ya larga historia de los centros, se han establecido coordinaciones entre los equipos, y ya hay una localidad (Getafe), donde se está realizando la integración.
En las Jornadas de Orientación Educativa, celebradas en Madrid el 6,7, y 8 de octubre pasado se realizaron tres mesas directamente relacionadas con el tema en cuestión, la número 3 "Equipos multiprofesionales, servicios de orientación y grupos de apoyo" , la número 5 "Planificación de los servicios psicopedagógicos, propuesta de coordinación de los existentes" y la número 6 "Psicopedagogía y municipios, programas de intervención educativa de ámbito comunitario". Además del trabajo y elaboración de conclusiones de las mesas, hay que señalar el deseo y voluntad de la Comunidad Autónoma de Madrid, presente en las Jornadas, de asumir desde la Consejería de Educación y Juventud, estos servicios y su unificación en una misma red educativa.
Mientras se configura el transvase de competencias de la Administración Central a la Autonómica, seria preciso que los profesionales realizaran desde cada zona, proyectos concretos que basados en el trabajo cotidiano, aporten soluciones reales. Sirviendo de material de elaboración para la Administración, y para que el proceso siga adelante.