Psychologist Papers is a scientific-professional journal, whose purpose is to publish reviews, meta-analyzes, solutions, discoveries, guides, experiences and useful methods to address problems and issues arising in professional practice in any area of the Psychology. It is also provided as a forum for contrasting opinions and encouraging debate on controversial approaches or issues.
Papeles del Psicólogo, 2001. Vol. (78).
Patxi Santos Diez*, Inma Camacho Ferrer**, M. Consuelo Llinares Pellicer***, Carmen Palau Muñoz**** y Carmen Albiach Catalá Patxi Santos Diez*, Inma Camacho Ferrer**, M. Consuelo Llinares Pellicer***, Carmen Palau Muñoz**** y Carmen Albiach Catalá*****
*Unidad de Conductas Adictivas. Xàtiva. Valencia. Conselleria de Sanitat. Generalitat Valenciana.**Unidad de Conductas Adictivas. Denia. Alicante. Conselleria de Sanitat. Generalitat Valenciana. ***U.C.A. de la Mancomunitat de Municipis de la Safor.
Este artículo analiza el perfil psicosocial del jugador patológico que demanda tratamiento en la Comunidad Valenciana, así como su motivación al cambio, destacando la creación de las Unidades de Conductas Adictivas en la sanidad pública como un recurso adecuado para la prestación de atención psicológica que requiere este tipo de adicciones.
This article analyses the psychosocial profile of pathological gamblers seeking treatment in the Valencia Autonomous Region and their motivation to change. Special emphasis is placed on the creation of the Addictive Behaviour Units within the public health service, as an appropriate resource for providing the psychological attention required by this type of addiction.
El juego como actividad lúdica es una de las actividades más frecuentes entre las personas, permitiendo disfrutar o entretener determinados periodos de tiempo de forma que el que la realiza considera que está llevando a cabo actividades que le causan placer. Por lo tanto, el juego es el ejercicio recreativo sometido a reglas en el cual se gana o se pierde.
Aunque el interés científico por el juego como fenómeno psicosocial es reciente, el juego es una actividad consustancial con el ser humano y está presente en todas las culturas conocidas y en todas las épocas.
La afición a los juegos de azar (loterías, cupones de la ONCE, quinielas...) o de habilidad (cartas, apuestas diversas) está muy arraigada en nuestro país y no es, en modo alguno, una circunstancia de hoy. Lo que sí es un fenómeno nuevo es la irrupción de máquinas tragaperras, así como la incorporación de los adolescentes a unos juegos que hasta ahora estaban reservados a los adultos. El incremento del juego patológico está en relación directa con el aumento y difusión sin restricciones de la oferta de juego y la indefensión ante esta avalancha afecta especialmente a los adolescentes y a las personas más vulnerables psicológicamente.
El incremento del juego en España ha sido exponencial desde su legalización en 1977 (Becoña, 1996). Diversos estudios sobre la prevalencia del juego patológico en España indican que oscila entre el 1.36% de la población mayor de 18 años y un 1.73% (Becoña, 1993, 1995). A pesar de que el juego patológico ha existido desde hace muchos años, no fue reconocido oficialmente como trastorno hasta 1980, año en el que la Sociedad Americana de Psiquiatría (A.P.A., 1980), en el DSM-III incluyó el juego patológico como uno de los trastornos del control de impulsos no clasificados en otros apartados.
En nuestro país, la mayoría de los jugadores patológicos presentan dependencia preferentemente a máquinas tragaperras. La tasa de prevalencia de adicciones a sustancias (principalmente alcohol) oscila entre el 15% y el 25%. Los principales trastornos que padecen estas personas son del estado de ánimo (depresión fundamentalmente) y las consecuencias negativas del juego patológico se extiende a los diferentes ámbitos de su vida: familiar, laboral, amigos y especialmente a la relación de pareja (Echeburúa, 1997; Fernández-Montavo y Echeburúa, 1997; González, 1997; 1999).
El modelo transteórico de cambio en su versión más reciente es un modelo tridimensional que integra tres dimensiones: estadios, procesos y niveles de cambio. Ofrece una visión global y al mismo tiempo diferenciada del cambio. La primera dimensión nos informa de cuando suceden los cambios, la segunda de cómo ocurren y la tercera qué cambios se necesitan para abandonar una conducta adictiva. Una referencia obligada para profundizar en el conocimiento de este modelo, es el capítulo: "Modelo transteórico de cambio para conductas adictivas" de Prochaska y DiClemente que aparece en el libro "Tratamientos psicológicos en drogodependencias: recaída y prevención de recaídas" de Ediciones en Neurociencias.
El objetivo del presente estudio es conocer el estadio de cambio y el perfil psicosocial del usuario/a que demanda tratamiento por su adicción al juego en cuatro Unidades de Conductas Adictivas de la Comunidad Valenciana.
MATERIAL Y MÉTODO
La muestra objeto de nuestro estudio la componen aquellos sujetos que durante el periodo comprendido entre enero de 1998 y Junio de 1999 han solicitado tratamiento en las U.C.A.s de: Denia, Gandía (Mancomunitat de Municipis de la Safor), Paterna y Xàtiva; configurándose una muestra de 57 sujetos (9 mujeres y 48 varones).
Seleccionamos como instrumento de evaluación de posibles jugadores patológicos el S.O.G.S. (Cuestionario de juego de South Oaks, Lesieur y Custer, 1984). Todos los sujetos que conformaron la muestra objeto de nuestro estudio cumplían criterios diagnósticos de juego patológico según el DSM-IV (APA, 1987).
El estadio de cambio fue evaluado mediante un sistema de clasificación categorial basado en una serie de preguntas mutuamente excluyentes:
- ¿Juegas en la actualidad?
- ¿Tienes la intención de dejar de jugar en los próximos seis meses?
- ¿Planeas dejar de jugar en los próximos 30 días? SI/NO
- ¿Has dejado de jugar por un periodo de al menos 24 horas durante el año pasado?
- ¿Cuánto tiempo llevas sin jugar nada?
El criterio utilizado para realizar la asignación a cada estadio en función de las respuestas a las anteriores preguntas es el siguiente (Prochaska y Diclemente, 1.992 ):
Precontemplación: personas que responden que están jugando en la actualidad y que no consideran dejar de jugar en los próximos 6 meses.
Contemplación: personas que responden que están jugando en la actualidad y consideran dejar de jugar en los próximos 6 meses.
Preparación: personas igualmente jugadoras en la actualidad pero que tienen la intención de dejar de jugar durante los próximos 30 días y han tenido una abstinencia de al menos un día durante el año anterior.
Actuación: personas que no juegan en la actualidad y que presentan una abstinencia de la conducta de juega inferior a 6 meses.
Mantenimiento: personas igualmente no jugadores que presentan una abstinencia superior a 6 meses.
Para evaluar el perfil psicosocial de los sujetos se elaboró una plantilla en la que se recogía información relativa a las variables sociodemográficas, adictivas, psicopatológicas, judiciales y de tratamiento.
Los análisis estadísticos descriptivos fueron realizados con el programa SPSS-PC.
RESULTADOS
El perfil psicosocial obtenido en el presente estudio se caracteriza por una predominancia del número de hombres (84.2%) frente al de mujeres (15.8%). La edad media de la muestra se sitúa en 36.5 años. El 45.6% están casados, el 43.9% son solteros, 8.8% están separados y el 1.8% divorciados (ver gráfica I).
En cuanto a la variable estudios, encontramos que un 42.1% de la muestra ha finalizado la EGB sin graduado escolar, un 38.6% han acabado la EGB con graduado escolar, un 15.8% ha finalizado B.U.P. y un 3.5% es analfabeto.
En lo referente a la profesión, sobresale un 40.4% de obreros no cualificados, seguido del 35.1% de obreros cualificados; el 7% es profesional liberal, el 5.3% se dedica a las tareas domésticas, un 3.5% son pequeños empresarios, y finalmente el 3.5% no tiene profesión.
La variable situación judicial presenta una ausencia total de antecedentes o problemática judicial.
Al analizar la demanda del sujeto observamos que un 33.3% demanda tratamiento por iniciativa propia, el 22,8% son derivados por los Centros de Salud Mental, el 21.1% acude derivado por los médicos de atención primaria, el 17.5% lo hacen presionados por familiares y un 5.3% derivados por Servicios Sociales.
El 31.6% acuden al Centro acompañados por la pareja, el 29.8% lo hace solo, el 21.1% acompañado por la madre, el 10.5% por los hermanos, un 3.5% por amigos, un 1.8% por el padre, y un 1.8% por ambos padres.
En cuanto al número de tratamientos previos realizados observamos que prácticamente las 3/4 partes de la muestra (78.5%) no ha realizado ningún tratamiento previo frente a un 10.5% que sí ha realizado uno, seguido de un 8.8% que ha llevado a cabo dos y un 1.8% tres (ver gráfica II).
De aquellos sujetos que han realizado tratamiento por su problema de adicción al juego un 15.8% lo ha llevado a cabo en unidades de Salud Mental, un 5.3% en Jugadores Anónimos y un 1.8% con su médico de Atención Primaria.
El 66.7% no ha conseguido ningún periodo de abstinencia en su conducta de juego, sólo un 19.3% ha permanecido entre 1 y 5 meses sin jugar, un 5.3% entre 6 y 10 meses, el 3.5% entre 11 y 15 meses, el 1.8% entre 16 y 20 meses y el 3.5% entre 21 y 25 meses.
Los resultados obtenidos con el instrumento de evaluación de posibles jugadores patológicos, el S.O.G.S. (Cuestionario de juego de South Oaks) nos muestran que el 100% de los sujetos son valorados como probables jugadores patológicos.
El 56.1% de los sujetos presenta una dependencia primaria al juego sin consumo concomitante de sustancias, el 36.8% consume de forma abusiva alcohol y el 7% presenta dependencia a cocaína. La gran mayoría de la muestra no presenta antecedentes de psicopatología (84.2%), ni recibe tratamiento farmacológico (80.7%), (ver gráfica III).
Interesa resaltar el alto porcentaje de sujetos sin antecedentes familiares de adicciones (84.2%); la dependencia al alcohol aparece como el primer trastorno adictivo familiar (8.8%), seguido del juego patológico (5.3%) y por último de adicciones a drogas ilegales (1.8%). Continuando con información relativa a la familia, el 87.7% no presenta antecedentes de psicopatología, mientras que sí lo hace el 12.3%.
La medición de los estadios de cambio refleja una predominio de aquellos sujetos que, en el momento en que demandaron tratamiento, se ubicaban en el estadio de contemplación (54.4%), el 22.8% en preparación, el 12.3% en precontemplación, el 8.8% en actuación y el 1.8% en mantenimiento (ver gráfica IV).
CONCLUSIONES
El análisis de los resultados obtenidos en el presente estudio aporta información valiosa acerca de la adicción al juego y permite una aproximación al perfil psicosocial del jugador patológico valenciano. La recogida de información relativa a la historia adictiva, ámbito individual, social, familiar y psicopatológico incide en dicha aproximación y nos ayuda a extraer diferentes conclusiones.
La creación de las Unidades de Conductas Adictivas (U.C.A.s) y con ello la asistencia profesionalizada desde el ámbito sanitario público (exclusivo de la Comunidad Valenciana en todo el Estado Español), así como la consideración del juego patológico como una conducta adictiva susceptible de tratamiento en estas unidades (Ley 3/98) ha facilitado el acceso a tratamiento de los jugadores patológicos de la Comunidad Valenciana. Esto se ve reflejado claramente en los resultados que presentamos y que comentaremos a continuación.
El hecho de que tres cuartas partes de los adictos al juego que demandaron tratamiento en nuestras U.C.A.s no hubiera realizado ningún tratamiento previo, así como que el 49% de los mismos hayan sido remitidos por Unidades de Salud Mental y Centros de Atención Primaria, nos sugiere que la creación de las U.C.A.s ha facilitado el acceso a tratamiento de los jugadores patológicos de la Comunidad Valenciana.
Del pequeño porcentaje que realizaron un tratamiento previo por su adicción al juego, la mayoría lo hizo en Unidades de Salud Mental y un porcentaje aún menor en Jugadores Anónimos.
En nuestra muestra la totalidad de los sujetos llevan a cabo terapia cognitivo-conductual, que ha demostrado ser -hasta el momento- el tipo de intervención psicológica más eficaz para esta adicción. El 19.3% de los sujetos recibe además tratamiento farmacológico.
La mitad de nuestra muestra presenta una adicción comportamental pura. Sólo en una pequeña parte esta adicción es concomitante a otro trastorno adictivo (alcohol o cocaína).
Los resultados de nuestro estudio indican cómo, al contrario de lo ocurre con la adicción a la heroína y en menor medida al alcohol, no encontramos signos de marginalidad: no existen antecedentes ni problemática judicial, mantienen un trabajo estable, conviven con su familia nuclear o de origen y escaso número de separaciones, acude la mayor parte demandando tratamiento acompañado de algún miembro de la familia, etc.
Otro aspecto diferencial en relación con otras conductas adictivas es la menor proporción de presencia de antecedentes de psicopatología, muy superior en adictos a heroína, cocaína y alcohol.
El estadio de cambio en el que se ubican los sujetos en el momento de la demanda de tratamiento es similar al que señalan otros estudios en conductas adictivas a diferentes sustancias. El estadio de contemplación es el predominante, por lo que la intervención psicológica ha de ir dirigida a motivar al sujeto a avanzar en la rueda del cambio hacia estadios superiores.
La adicción al juego, aunque dista de ser un fenómeno nuevo, se presenta en la actualidad como una adicción más, lejos de las connotaciones moralistas y que requiere un tratamiento profesional. El perfil psicosocial de estos sujetos difiere sustancialmente del que presentan otras adicciones; asímismo, la constatación del juego patológico como una adicción comportamental en la que no existe dependencia física, requiere una intervención diferencial con respecto a otras adicciones. Cuando el sujeto no presente psicopatología asociada u otras adicciones concomitantes, deberá ser prioritario el abordaje psicológico.
BIBLIOGRAFÍA
American Psychiatric Asociation (1980). Diagnostic and Statical Manual of Mental Disorders. Third Edition N.Y: A.P.A.
American Psychiatric Asociation (1987). Diagnostic and Statical Manual of Mental Disorders. Third Edition N.Y: A.P.A.
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Becoña, E.(1995): Tratamiento del juego patológico. En Buceta J.M, Bueno A.M. Tratamiento Psicológico de hábitos y enfermedades (pp 249-278). Madrid: Pirámide.
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Lesieur, H. (1993): Prevalencia, características y tratamiento de los jugadores en los Estados Unidos. Psicología conductual. I, 3389-4000.
Prochaska y Diclemente, (1.992): Tratamiento Psicológico en drogodependencias: recaídas y prevención de recaídas. Madrid: Ediciones en Neurociencias
Material adicional / Suplementary material
Gráfico 1 . Estado civil.
Gráfico 2. Tratamiento anteriores.
Gráfico 3 . Tratamiento farmacológico.
Gráfico 4. Estadio de Cambio.