Papeles del Psicólogo, 1995. Vol. (63).

Francisco J. Santolaya

Decano del Colegio Oficial de Psicólogos

La Ley de creación del Colegio Oficial de Psicólogos (Ley 43/1979, de 31 de Diciembre) define al colegio como una Corporación de Derecho Público, amparada por la ley y reconocida por el estado, con personalidad jurídica propia y plena capacidad para el cumplimiento de sus fines a nivel del estado español, siendo uno de dichos fines la ordenación del ejercicio profesional del psicólogo.

Es por ello que desde hace varios meses, la Junta de Gobierno Estatal del Colegio Oficial de Psicólogos, preocupada por algunos de los problemas que afectan a la profesión, como sería el caso del intrusismo profesional, tomó la iniciativa de estudiar en profundidad los perfiles profesionales de los psicólogos.

Esta iniciativa para definir y delimitar los distintos perfiles de las diversas especialidades psicológicas, no sólo se basa en por el imperativo legal que nos obliga, sino en la necesidad de marcar directrices que orienten a nuestro colectivo sobre cuales son sus funciones, procedimientos y técnicas de intervención según el área en la que se desarrolle nuestra actividad.

El interés del tema, del cual se presenta un avance en el A fondo de nuestra revista, es notorio, si tenemos en cuenta que nuestra profesión ha experimentado un rápido desarrollo y que las actividades del psicólogo se han expandido y desarrollando no solo en áreas tradicionales como la psicología clínica, en donde nuestras funciones, ya sea como evaluadores o psicoterapeutas están consolidadas, sino en cualquier otra área en la cual interaccione un ser humano.

Estos nuevos espacios de intervención, se ven necesitados de una adecuada formación, que debe de asentarse y estar guiada por una previa definición de nuestros perfiles.

Por otro lado, dicha definición permite a la vez, una mejor defensa de la profesión frente al intrusismo, ya que su control sólo se puede llevar a cabo, si junto a las pertinentes denuncias legales, el propio psicólogo es capaz de dar una información pública adecuada; pues hay que considerar que el intrusismo se alimenta especialmente de la desinformación que tienen las personas sobre lo que es un psicólogo, sus funciones, capacidades y requisitos legales para ejercer.