Papeles del Psicólogo, 1992. Vol. (53).

Gustavo Villapalos.

Rector de la Universidad Complutense de Madrid

Con la muerte de Rafael Burgaleta la Universidad Complutense ha perdido a una de sus figuras más brillantes y queridas. Su capacidad de trabajo unida a una original sentido del humor y espíritu conciliador, hacían de él un entrañable y valioso colaborador.

Poseedor de un brillante expediente académico, se entregó por completo a la docencia de la Psicología con tal afán que bien pudiéramos decir que esta disciplina no habría llegado al nivel que actualmente tiene en esta universidad de no haber contado con el concurso de Rafael Burgaleta. Con su ánimo inquebrantable impulsó de manera constante la creación y posterior desarrollo de la Facultad de Psicología desde su cargo de secretario de este centro. Posteriormente aceptó mi propuesta de incorporarse al equipo rectoral para llevar adelante las tareas propias de un vicerrectorado tan complejo como el de Extensión Universitaria. Pocas veces me he sentido tan satisfecho de una decisión propia como lo estuve poco después de haber nombrado vicerrector a Rafael Burgaleta. Sin altibajos, sin provocar disfunciones ni roces innecesarios, siempre dispuesto a colaborar con los demás, y haciendo gala de sus extraordinarias dotes de organización, comenzó Rafael una tarea que no abandonaría hasta pocas horas antes de su muerte. Esta capacidad de trabajo le permitió desarrollar una importante labor de la que yo destacaría la puesta en marcha de la Librería General de la Universidad Complutense y el ordenamiento de los fondos documentales de la Universidad encaminado a una mejora general de las bibliotecas universitarias. Alentó e impulsó gran número de revistas científicas fundamentales en toda Universidad que se precie. Definió el modelo editorial de esta Universidad abriendo una senda que sus sucesores deberán continuar. Potenció la presencia exterior de la Editorial Complutense y su proyección en el ámbito universitario. Por último fue el artífice de convenios tan importantes como el suscrito con la UGT y llenó de contenido el firmado con la Casa Medina Sidonia, que pone bajo la tutela de esta Universidad el archivo histórico que posee la duquesa de Medina Sidonia, uno de los archivos privados más importantes de Europa. Detrás de estos logros hay muchas horas de m trabajo intenso y eficaz que, tras su muerte, será muy difícil sustituir.

Hombre comprometido con su tiempo, Rafael no desdeñó nunca participar en asociaciones profesionales y sindicales que le permitieran encauzar sus inquietudes y su profundo sentido de la justicia.

Al igual que ya hiciera en su entrañable Facultad de Psicología, su paso por este Rectorado ha dejado un rastro de amigos que no sabemos como llenar el vacío que nos produjo su ausencia.