Psychologist Papers is a scientific-professional journal, whose purpose is to publish reviews, meta-analyzes, solutions, discoveries, guides, experiences and useful methods to address problems and issues arising in professional practice in any area of the Psychology. It is also provided as a forum for contrasting opinions and encouraging debate on controversial approaches or issues.
Papeles del Psicólogo, 1992. Vol. (52).
La Junta de Gobierno
En su reunión de los días 6 y 7 de abril en Palma de Mallorca, el Pleno del Consejo de Universidades dio luz verde alas directrices propias del título de licenciado un Psicopedagogía, a pesar de la frontal y unánime oposición de la comunidad psicológica a dicho título.
En páginas interiores se recoge una gran parte de las distintas iniciativas desarrolladas por la Junta de Gobierno Estatal, Delegaciones del COP, Conferencia de Decanos, y estudiantes para paralizar la aprobación, que en esta ocasión no se pudo conseguir.
Como es lógico, esta batalla no ha terminado, y es muy importante que todas las partes implicadas reflexionemos y preparemos nuevas estrategias, para evitar que aquello que tememos -la desaparición del título único de psicólogo o un recorte significativo de su polivalencia y de su mercado de trabajo-, se produzca.
El camino que le queda al título de Psicopedagogía para implantarse es el siguiente:
Aprobación de las directrices por Consejo de Ministros, y publicación posterior en el BOE.
Decisión de las Universidades de incorporarlo a su catálogo de títulos. Si la decisión es afirmativa, preparar el plan de Estudia concreto, ya que las directrices sólo recogen las troncales obligatorias.
Homologación de los Planes de Estudios por el Consejo de Universidades, y publicación en el BOE.
Aprobación por el MEC mediante Orden Ministerial de las condiciones de acceso desde el primer ciclo de Psicología y Pedagogía, desde Magisterio y desde otros posibles ciclos.
Implantación de los Planes de Estudios.
Según lo anterior, y en el mejor de los casos, la primera promoción de licenciados en Psicopedagogía no estaría en la calle antes de tres años.
Y en esos tres años es mucho los que podemos hacer para conducir al fracaso anunciado a este engendro que no debió ser nunca ni imaginado.
Pero de cara alas futuras estrategias, hay una pregunta de fondo que debe ser respondida tras una cuidadosa reflexión.
Desde mi punto de vista serían dos los enfoques u opciones principales:
Psicopedagogía es la autonomía por segregación de la pre-especialidad de Psicología Educativa con complementos de Pedagogía, pero los futuros licenciados «son principalmente psicólogos», o
Psicopedagogía, es un título de carácter pedagógico o educativo, aunque tenga una cierta formación psicológicamente (evolutiva/educativa, prioritariamente). Y, por tanto, los futuros licenciados «son principalmente pedagogos o educadores», no psicólogos, aunque utilicen el prefijo «psico» en la denominación del título.
En un primer análisis, y desde la defensa radical del título único de psicólogo y de rechazo al título de psicopedagogo, parecería que debiéramos reducir al mínimo el componente formativo en temas de Psicología de los futuros licenciados en psicopedagogía, desde la concepción de que éstos no son psicólogos, sino un tipo, clase o especialidad de Pedagogía. Desde este punto de vista, en los nuevos Planes de Estudio de las Facultades de Psicología no se debería renunciar a formar psicólogos capaces de intervenir eficazmente en el ámbito educativo.
En resumen, si bien hemos perdido esta batalla, a pesar de nuestros grandes esfuerzos, hemos ganado otra importantísima (la creación del Cuerpo de Secundaria de psicología y Pedagogía) y haremos todo lo posible para que este nuevo título no vaya a ningún sitio, carezca de demanda social y fracase. Si las Facultades de Pedagogía no han conseguido prestigiar el título de licenciado en Ciencias de la Educación, en el futura de nuevo pedagogía ¿cuál será el milagro que haga que triunfen con Psicopedagogía? Por tanto, si alguien cree que con la decisión de Palma, el tema está zanjado, desde aquí decimos que no.