Papeles del Psicólogo, 1990. Vol. (44-45).

Colegio Oficial de Psicólogos

- Mucho tiempo antes de que se celebrara el congreso, los organizadores hablaron conmigo para plantearme la posibilidad de celebrar en las instalaciones de la Facultad de Psicología de Valencia buena parte de las actividades científicas del congreso. Desde el principio fui plenamente consciente de que una reunión de tales dimensiones e importancia significaría para el Decanato y para todo el personal del centro un enorme esfuerzo en muchas dimensiones, algunas de las cuales incluso resultaban de prever de antemano.

No obstante, la respuesta de poner todos nuestros medios e instalaciones a disposición del Colegio fue positiva desde el primer momento, porque todos entendimos que un acontecimiento de tal importancia bien merecía un esfuerzo por nuestra parte, con el fin de que la reunión pudiera celebrarse en las mejores condiciones posibles. Los problemas con que hemos tenido que enfrentarnos, tanto los organizadores como nosotros, han sido mucho mayores de lo que nos podíamos imaginar. Pero pese a todo, nos sentimos compensados con creces de que haya sido Valencia quien acogiera a esta reunión. Si volviera a plantearse de nuevo la misma situación, la respuesta seguiría siendo positiva, sin duda alguna.

- Tras finalizar el congreso y reflexionar sobre su significado, estoy cada vez más convencido de que se trata de un acontecimiento excepcional, que siempre estará en el recuerdo de los presentes y los ausentes, y que sin duda ya podemos calificar de histórico para nuestra ciencia. Este comentario, por cierto, me lo han hecho también muchos de los extranjeros invitados, que se han quedado muy positivamente sorprendidos, tanto del nivel científico alcanzado por la Psicología española, como de su vitalidad y capacidad de convocatoria.

Creo sinceramente que la reunión va a tener importantes repercusiones sobre la Psicología académica y profesional en nuestro país en los tiempos venideros. En el congreso de ha puesto claramente de manifiesto que la Psicología es sensible a su compromiso con la sociedad a la que se debe, es consciente del reto que significa la próxima década para nuestra profesión, y es sabedora de su responsabilidad ante los duros tiempos que se avecinan. Por ello, creo enormemente oportuno que en esta reunión la Psicología haya podido reflexionar seriamente sobre sí misma y poner al día sus conocimientos e investigaciones, para garantizar una mejor acción profesional y un mayor servicio a la sociedad de los años noventa. Los organizadores, y en especial su presidente, pueden sentirse satisfechos.

- Yo creo sinceramente que el mundo profesional y el académico en nuestro país están cada vez más cercanos. Quede como símbolo y constancia de ello el hecho de que la Universidad y el Colegio de los psicólogos han compartido de manera clara y armónica en este congreso, aparte de espacios físicos pertenecientes a un centro académico -en este caso la Facultad de Psicología de Valencia-, investigaciones, intereses y objetivos.

Entiendo que debemos tener entre nuestros objetivos conjuntos el procurar un Colegio y unas facultades más fuertes y unidos, para lograr responsablemente entre todos que la Psicología tenga un mayor nivel y una mayor y mejor penetración social y que nuestra profesión y acción investigadora sea cada vez más acorde con las necesidades de la moderna civilización.

En este sentido, el congreso sin duda ha contribuido notablemente a estrechar los vínculos entre el mundo profesional y el universitario, aparte de fomentar el intercambio de nuestras experiencias y visiones sobre los problemas de la Psicología, una de las mejores garantías para conseguir nuestros objetivos comunes en los años noventa, una década que queremos sea, y que sin duda será, la década de los psicólogos, la década de la Psicología.

- Este es un aspecto sobre el que yo personalmente tenía mucho interés y que por ello he seguido muy de cerca, tanto durante el período de celebración del congreso como tras su finalización. Tengo muchas opiniones y datos, que evidencian que la reunión ha sido un acontecimiento fundamental para acercarnos más a la sociedad en general y que también ha servido para estrechar nuestros vínculos con profesionales de otras ciencias, que cada vez nos miran con más interés y respeto. Me consta incluso que muchos de ellos han seguid muy de cerca nuestros trabajos y debates y han pedido ampliación de información sobre algunos aspectos concretos.

Esto es especialmente interesante en el caso de aquellas ciencias con las que tenemos campos de acción conjuntos o cercanos, y con las que será necesario en el futuro desarrollar esfuerzos colectivos, para garantizar estrategias que permitan una mayor respuesta multidisciplinar frente a los problemas de nuestra sociedad. Es ello una muestra más de que nos encontramos ante una nueva etapa de nuestra ciencia y un nuevo estilo de hacer y entenderla Psicología, tanto por nuestra parte como por parte de la sociedad.

- La Psicología aplicada a la Seguridad Vial tiene una larga, aunque fluctuante, tradición en nuestro país. En ella ha habido en el pasado destacados investigadores e investigaciones. Continuando con esta tradición, en Valencia hemos conseguido -con mucho esfuerzo- agruparnos un conjunto de psicólogos preocupados por el tema. Nos ha parecido que había que continuar la trayectoria del pasado y que en todo caso éste era un tema apasionante, al que la Psicología tenía que dedicar mayor atención básicamente por dos razones.

Por una parte, por la enorme repercusión e importancia del tráfico en nuestra sociedad y en general por los elevados costes sociales y económicos de los accidentes de circulación, en los que el factor humano parece desempeñar un papel fundamental y en los que por ello la intervención de la Psicología resulta vital. Por otra parte, no hay que olvidar que la Seguridad Vial es -sobre todo a través de los centros de reconocimiento de conductores- una de las más importantes fuentes de empleo en los psicólogos, lo que contrasta inexplicablemente con la baja preocupación que parece existir por la investigación y la formación en este campo.

En lo que se refiere a los planes de futuro, actualmente tenemos una serie de objetivos a corto, medio y largo plazo. Entre ellos está el vincularnos más con profesionales de otras ciencias que también trabajan en este terreno, como médicos, ingenieros, etcétera; fomentar las relaciones con instituciones privadas y públicas con competencias en materia de Seguridad Vial; incrementar vínculos con investigadores y organismos de otros países, y finalmente la creación de un instituto universitario de Psicología y Seguridad Vial, cuyos trámites se encuentran ya en este momento bastante adelantados.